martes, 22 de octubre de 2013

¿Dónde está el límite entre uso, abuso y adicción?

 La mayoría de los adolescentes, ya sea por nuestro afán de sentir cosas nuevas, experimentar o simplemente probar "lo último", somos curiosos o deseosos de conocer la novedad que sale a la luz en un momento determinado y se pone de moda de un día para otro. Y da la gran casualidad, de que estas modas pasajeras no suelen ser beneficiosas para nuestra salud.

Así es como comienza el uso de esas posteriores adicciones. Realmente es muy difícil establecer claramente una determinada forma como “uso”, ya que la línea que lo separa del “abuso” es muy diáfana.
En ello intervienen diversos factores tales como la frecuencia, cantidad o tolerancia.


Para que sea más entendible, lo aplicaremos al ejemplo de las drogas, aclarando que se puede referir a cualquier otro tipo de adicción como trataremos en posteriores entradas.
 Si hablamos de droga, lo hacemos como de cualquier sustancia que produce efectos en el SNC modificando el estado de ánimo o produciendo placer, y que cuyo uso puede tener potencial de abuso o adicción. Dependiendo de su potencial adictivo será más o menos inmediato el paso de su uso al abuso y a la adicción.

USO
 Entendemos por uso aquel tipo de relación con las drogas en la que no se detectan consecuencias inmediatas sobre el consumidor ni sobre su entorno.

ABUSO
 Se puede definir como un uso que trae consecuencias negativas para el consumidor y/o su entorno. Por ejemplo, un mismo consumo en principio moderado de alcohol, en una persona sana se podría considerar como “uso” mientras que en otro individuo con un hígado no sano ya sería abuso.

DEPENDENCIA
Para la OMS, dependencia es aquella pauta de comportamiento en la que se prioriza el uso de una sustancia psicoactiva frente a otras conductas consideradas como más importantes.

Podemos hacer una diferenciación entre la dependencia física y psíquica, siendo la primera cuando el organismo se ha habituado a la presencia constante de la sustancia y la necesita para funcionar con normalidad y la segunda cuando se necesita consumir periódicamente la droga para experimentar un estado "agradable" (placer, bienestar, euforia, sociabilidad, etc.) o librarse de un estado “desagradable” (aburrimiento, timidez, estrés, etc.). Esta dependencia es incluso más difícil de superar que la física.

ADICCIÓN
También podríamos introducir el término adicción como algo diferenciado de la dependencia. Una persona puede tener una dependencia física de una sustancia sin tener una adicción.
Por ejemplo, algunos medicamentos para la presión arterial no causan adicción, pero pueden provocar dependencia física. Otras drogas, como la cocaína, causan adicción sin llevar a la dependencia física.



RECONOCIMIENTO DEL PROBLEMA

En caso de evidencias de abuso de alcohol y/o drogas, es fundamental conseguir el reconocimiento, teniendo en cuenta que al principio se puede negar o mostrar resistencia a aceptarlo.
 Una vez reconocido el consumo por parte de la persona, es importante no mostrar actitudes de derrota, impotencia o fracaso ante el problema, sino de energía y posibilidad de abordaje, siempre que se cumplan unas condiciones de colaboración.

Recordad que, sobretodo, ante un caso de detección de abuso de alcohol y/o drogas, se debe acudir a un profesional en la salud mental, para iniciar el tratamiento más adecuado para cada situación específica, y a la vez apoyar y orientar a la familia.

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