¡Necesito ir de compras!
Estas cuatro palabras vienen a diario a mi mente cuando abro el armario y no encuentro el conjunto adecuado para un día nuevo... En cuanto tengo un rato libre me voy a revisar las tiendas de ropa y acabo comprando lo que no necesito.
Esto es el día a día de una oniómana o una compradora compulsiva.
El síndrome de compra compulsiva es un tipo específico de alteración del comportamiento, semejante a la adición; por el cual una persona es incapaz de controlar sus tendencias e impulsos que le llevan a comprar.
Los síntomas de que se ha traspasado la barrera de un comprador normal, de aquel que compra por necesidad de poseer un artículo al que compra por necesidad de satisfacer una adicción son:
o Niveles elevados de ansiedad en centros comerciales y otros lugares de compras.
o Intrusión de pensamientos que incitan a la persona a comprar.
o Aparición de deseos de resistirse, con imposibilidad de contener su impulso de realizar compras.
o Una vez realizada la compra, liberación de la tensión y satisfacción.
o Pasados unos momentos surgen sentimientos de culpa y remordimiento.
Si eres incapaz de pasar por delante de una tienda sin entrar a mirar si han puesto la nueva temporada, o si han rebajado algo que con anterioridad habías visto que te gustaba, y ya que estás dentro aprovechas para comprar algún artículo, aunque sea un solo detalle que piensas que te vendrá bien, y eso lo haces una y otra vez a lo largo de la semana, puede que estés presentando los primeros síntomas de una compradora compulsiva.
La compra compulsiva muchas veces esconde un trastorno bipolar. Este trastorno se caracteriza por:
•La depresión
•La manía: en esta fase el paciente experimenta gran euforia, se siente bien, puede tener ideas de grandeza, siente que no necesita dormir, presenta una marcada hiperactividad y puede
involucrarse en situaciones que pueden tener un componente riesgoso o un deterioro económico para él, como compras compulsivas y gastos excesivos.
•Obsesivos compulsivos: la parte de la compulsión se relaciona con sentirse angustiados, compran y se sienten mejor por un momento.
Entra aquí y haz el test que te proponen:
¿Eres una compradora compulsiva?
Tercera y cuarta regla de las diez de Thomas Jefferson:
- No te gastes el dinero antes de ganarlo.
- No compres lo que no te sirva, por barato que lo encuentres.
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