miércoles, 30 de octubre de 2013

Toca cafeína

¿Sientes que dependes de la cafeína para funcionar con normalidad?
¿Estás comenzando a sentir que no puedes vivir sin ella?

La cafeína es un estimulante del sistema nervioso central, perteneciente a la familia de las metilxantinas, sustancias que estimulan el cerebro porque interfieren en la acción de la adenosina, un transmisor cerebral que produce serenidad, lo que provoca una sensación de euforia durante algún tiempo.
La concentración máxima en sangre se alcanza a los 35 o 40 minutos, aproximadamente, de su consumo. Se elimina progresivamente. Hacia las tres horas de haberla ingerido, aún queda la mitad en el organismo.
No obstante, no todas las personas reaccionan de la misma manera y hay quien con poca cantidad ya puede sentir alguno de sus efectos, en cambio otras necesitan dosis muy altas para ello. 

La ingesta de cafeína se está convirtiendo en una verdadera epidemia en nuestra sociedad. Personas que desayunan hasta con coca cola o la beben de manera sistematizada en la comida y cena.

La cafeína no produce daños graves en la salud y, por tanto, no se considera una sustancia peligrosa. Consumida con moderación puede contrarrestar la disminución cognitiva, por cansancio, enfermedad o envejecimiento.
Sin embargo, cuando se abusa de ella de manera crónica, todos sabemos que puede resultar adictiva y muy pocos controlan la cantidad de cafeína que toman cada día.

La cafeína se encuentra en diversos productos, además que en la coca-cola, como café, cacao, bebidas energéticas, té y ciertos medicamentos, como determinados analgésicos o estimulantes que pueden adquirirse sin receta.
Al ingerir cafeína en altas dosis, puede producir múltiples efectos negativos, entre los que se encuentran:
  • Viveza que termina en ansiedad (lleva a comer más y por tanto, a la obesidad), irritabilidad y temblores.
  • Insomnio, dolor de cabeza que generan peor concentración y cansancio.
  • Indigestión.
  • Taquicardia.
  • Rubor facial.
  • Aumento de la diuresis que lleva a la deshidratación, surgiendo una molesta necesidad de orinar continuamente.
   *Precaución en embarazadas, pues su elevada ingesta puede dar lugar a abortos y malformaciones congénitas.



Un estudio del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos revela que la adicción a la cafeína está más vinculada al hígado y a su capacidad para procesar la sustancia, que al efecto que su consumo provoca en el cerebro, que hasta ahora se consideraba un factor clave en la adicción. Los autores del estudio, encontraron variantes de los dos genes que intervienen en la descomposición de la cafeína en el hígado, y que son determinantes a la hora de hacer que una persona sea más propensa o no a tomar café.

La cafeína es una droga y al igual que cualquier otra droga, con la finalidad de salir de la adicción, tienes que estar comprometido con tu plan de acción y estar listo para la ansiedad y para la abstinencia. 
La clave para dejarla es el saber que las cosas empeorarán antes de mejorar, pero que una vez que mejoran, seguirás estando mejor.


¡Tú puedes!

       


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