lunes, 18 de noviembre de 2013

Adicción a matar.

Aunque parezca imposible, también existe la adicción a matar, y es en la que nos vamos a centrar ahora, concretamente en un artículo que trata sobre Joan Vila que vamos a comentar.

Las personas que sufren esta inusual adicción,  gozan viendo como otros pasan dolor. Estas personas suelen aprovecharse de ancianos o personas vulnerables incapaces de defenderse.

Estas personas son llamadas "ángeles de la muerte" debido a que son enfermeros, celadores o cuidadores que escogen a sus víctimas por una salud precaria o con una mala cantidad de vida. Además de aprovecharse de ellos dicen hacerlo por su bien, para que no sufran más.

Lo que les hace a esta persona sentir adicción, es sentir placer en el dolor, ya que se sienten poderosos al tener en sus manos la posibilidad o imposibilidad de que alguien vida o muera.

Esto son sólo algunas pinceladas sobre el artículo que te dejamos que, si quieras, leas a continuación:

Artículo: El placer de matar

No comer, no es la solución.

Al igual que la adicción a comer sin importar nuestro aspecto físico, también existe la adicción a vernos guapos rechazando la comida. Esto se conoce como anorexia nerviosa.

¿Qué es la Anorexia Nerviosa?

La anorexia nerviosa es una enfermedad mental o trastorno alimenticio. En la anorexia nerviosa quienes la sufren rechazan la comida por un miedo obsesivo a engordar, conduciéndoles a un estado de inanición, es decir, una situación de gran debilidad ocasionada por una ingesta insuficiente de nutrientes esenciales. 
En casos muy graves, las personas pueden llegar a sufrir desnutrición, hambre, amenorrie y extenuación. Pero esto no es algo actual, sino que sus orígenes nosológicos son muy antiguos, de hecho, se conocen casos descritos desde la Edad Medias. 

Diferencias entre Anorexia y Anorexia Nerviosa

La anorexia es un síntoma en el que por diversos motivos el enfermo deja de tener apetito. Sin embargo, la anorexia nerviosa no es un síntoma, sino una enfermedad específica caracterizada por una pérdida autoinducida de peso acompañada por una distorsión de la imagen corporal, cuya presencia es indicativa de un estado patológico diferente del individuo, y puede tener consecuencias muy graves para la salud de quien lo sufre.

¿Cómo reconocer la Anorexia Nerviosa?

Según el manual psiquiátrico para un correcto diagnóstico deben incluirse estos criterios:
-Delgadez extrema voluntaria con un rechazo a mantener el peso por encima de un umbral mínimo considerado normal.
-Fuerte temor a aumentar de peso, incluso en presencia de insuficiencia ponderal evidente
-Una preocupación extrema por el peso y la apariencia física, que incluye la alteración de la experiencia corporal y el no estar conforme con su propio cuerpo.

domingo, 17 de noviembre de 2013

Hospitales Valencianos.

En el Hospital Provicial de Castellón, se atienden a más de 300 personas por sus problemas a diversas adicciones. Este hospital, cuenta con una unidad pionera en la que tratan de forma integral los problemas mentales o las adicciones.

En el siguiente enlace podrás leer la noticia al completo, en la que te hablan no solo de esta nueva unidad, sino también sobre los trastornos y la dependencia, y la predisposición al consumo de drogas. Sobre lo último han realizado un estudio sobre algo más de 300 pacientes con los que han descubierto que si que existe una predisposición genética al consumo de drogas.

¿Sientes curiosidad por la noticia?

 ¡ADELANTE!

Artículo: Hospital Provincial de Castellón trata a más de 300 adictos

Consejos acerca de las drogas

Hay que tener en cuenta que TODAS LAS DROGAS pueden llegar a producir dependencia física y/o psíquica.


1. Las drogas producen un efecto placentero. Ese efecto placentero hace que sea muy atractivo volver a tomarlas. El consumo continuado conlleva consigo el riesgo de convertirse en hábito o adicción: deja de ser una decisión el consumir para pasar a ser una necesidad, una dependencia. Es importante que mantengas espacios de relación y formas de divertirte alternativas a ir siempre colocado.
2. Una vez que empiezas a realizar un consumo continuado, la dosis habitual no te hace el mismo efecto que antes, Es el momento de dejar de consumir y plantearse una abstinencia. Lo que ocurre es que el cuerpo se ha acostumbrado a la sustancia y necesitas más cantidad para el mismo efecto (tolerancia). Incrementar la dosis significará siempre un mayor riesgo.

Por todo esto y lo que has ido viendo en las anteriores entradas, te aconsejamos que lo mejor para ti y tu salud es no consumir y si te encuentras en un ambiente consumidor, ten en cuenta esto:


  • Respeta la decisión de quien quiere, como de quien no quiere tomar.

  • Consumir drogas en situaciones donde se tiene muy fácil el acceso a ellas supone siempre un mayor riesgo

  • En momentos de dificultades personales o depresión, las drogas intensifican aún más la problemática.

  • Si has decidido no tomar y por el hecho de frecuentar ciertos lugares o amigos acabas consumiendo, es el momento de hacer cambios por un tiempo. De este modo ni ciertos lugares ni ciertos amigos decidirán por ti.

  • Un mismo consumo afecta de diferente manera a diferentes personas. Es muy importante no generalizar y dejarse llevar por cómo afecta a otra persona y pensar que nos afectará igual.

  • No olvides que consumir drogas ilegales en lugares públicos, puede conllevar sanciones administrativas y/o penales.

  • El sexo con drogas puede convertirse en un mal rollo. Puedes tener problemas con la erección o el orgasmo. Pero aún peor sería que te olvidaras de ponértelo o ponérselo. El mejor sexo es el que no afecta a tu seguridad. Practica siempre sexo seguro.

Si aún después de estos consejos consumes, ten en cuenta que debes reducir al máximo los riesgos de tomar drogas para evitar males mayores. Por esto, te aconsejamos que pidas ayuda profesional o que hables con gente que no consume, y que, en todo caso, sigas estas pautas, pero no olvides que lo mejor que puedes hacer es NO CONSUMIR.

En cuanto a la legislación, como ocurre con las demás drogas, el consumo de pastillas y éxtasis "en lugares, vías, establecimientos o transportes públicos, así como la tenencia ilícita, aunque no estuviera destinado al tráfico", está contemplado en la Ley de Protección de la Seguridad Ciudadana como "infracción grave". Puede, por tal consideración, ser sancionado con multa de entre 300 y 30.000€ 

Y tú, ¿eres de este tipo de fans?



Todos tenemos un ídolo, un héroe, alguien a quien seguimos porque nos gusta mucho, pero a veces más que un fan te conviertes un en un adicto a esa persona.

Para empezar, ¿qué es un fan?

Pues bien, un fan, admirador, seguidor o fanático es una persona que siente gusto y entusiasmo por algo. Suele utilizarse para referirse a admiradores de una persona, grupo, equipo...
Estas personas a veces, muestran su afición siendo miembros de un club de fans, promoviendo lo que o quien les interesas al mundo.


Entonces, ¿qué pasa?

El problema existe cuando una persona se obsesiona demasiado con otra o con otro grupo. Así estas personas comienzan a seguirla en todas las redes sociales, llegan a colarse en sus hoteles o hacer cualquier locura con tal de llamar la atención de la persona a la que admiran. Suelen tener posters en sus habitaciones, pasarse el día mirando sus fotos dejando a un lado su vida, sus amigos o puede que el trabajo o los estudios, centrándose únicamente en la vida de estas personas e incluso llegando a querer parecerse físicamente a ellos recurriendo si es necesario a operaciones de cirugía estética.

¿Dormimos?¿O acaso no eres capaz?

Se empieza con un momento puntual y se acaba necesitando cada noche. Hoy va dirigido a la adicción a los somniferos o mejor dicho a las benzodiazepinas.

¿Qué son las benzodiazepinas?

Las benzodiazepinas son los tranquilizantes y los somníferos. Son medicamentos que reducen la ansiedad mediante una acción depresora selectiva sobre el sistema nervioso. Su uso bajo indicación médica y por cortos periodos de tiempo son muy útiles, a menudo se usan o se prescriben por períodos demasiado largos produciendo fenómenos de neuroadaptación y tolerancia. Así su efectividad se reduce y la persona tiende a incrementar las dosis, existiendo un alto riesgo de dependencia.

¿Cúando se es adicto?

Como ocurre con la mayoría de las adicciones, la franja que separa adiccion de uso cotidiano es muy fina y difícil de determinar. Podríamos decir que una persona se vuelve adicta a los somníferos, en el momento en el que es incapaz de una vez acabada la pauta médica, dormir sin ellos. O por el contrario, cuando a medida que el médico se lo ha pautado cada vez necesita aumentar las dosis para conseguir el efecto de los primeros días.

¿Qué hacer?

Frente a una sospecha de dependencia se debe acudir a un médico para conseguir su diagnóstico profesional. Cuanto más precoz sea la intervención, mayores son las garantías de un buen resultado.
El tratamiento ha aumentado mucho en los últimos años, y éste implica  no sólo la desintoxicación, sino también el abordaje de los problemas de base que dieron origen a su prescripción inicial.
La desintoxicación es compleja y debe realizarse bajo estricto control profesional. Existen en la actualidad tratamientos eficaces, tanto para evitar el síndrome de abstinencia, como para tratar la ansiedad y depresión que a menudo se hallan subyacentes. Es imprescindible combinar el tratamiento farmacológico con un apoyo psicoterapéutico individual o grupal.

El comedor selectivo: un síndrome a tratar

El síndrome del comedor selectivo, se conoce desde hace menos de diez años, y se define a los comedores selectivos como aquellos individuos que se nutren exclusivamente, de menos de diez alimentos durante un mínimo de 2 años.
Se trata de un problema que se presenta sobre todo en la infancia y en niños sanosSe sospecha que detrás de este síndrome hay un exceso de sensibilidad táctil lo que les hace rechazar ciertas texturas. También es el resultado de problemas psicológicos, carencias afectivas, traumas o causas emocionales e incluso algún componente genético.





Las adicciones a determinadas comidas presentan síntomas parecidos a los presentados con adicciones al alcohol o el tabaco, sólo que físicamente son menos fuertes. 

                              
Las personas pueden sentir inclinación por ciertos alimentos que les proporcionan el bienestar que necesitan y recurren a ellos de forma impulsiva y repetitiva.
Las consecuencias que entraña este síndrome para la salud pueden ser graves, puesto que genera carencias vitamínicas y de minerales que pueden perjudicar a todo el organismo. Estos son algunos de los peligros:

  • Ausencia de frutas o verduras: Son alimentos ricos en vitaminas, minerales y fibra. Evitarlos puede favorecer el estreñimiento lo que aumenta el riesgo de padecer enfermedades del aparato digestivo.
  • Ausencia de proteínas: La falta de las proteínas presentes en la carne, el pescado, los huevos y algunos alimentos vegetales puede alterar el desarrollo normal de los tejidos orgánicos, el funcionamiento hormonal, puede comprometer el sistema inmunológico o debilitar el musculoesquelético.
  • Ausencia de cereales: Es la principal fuente de hidratos de carbono, provoca falta de energía además de aumentar el riesgo de otras enfermedades del aparato digestivo.
  • Ausencia de lácteos: La leche y sus derivados aportan el calcio necesario para fortalecer los huesos. Su carencia puede favorecer la aparición de osteoporosis, fracturas óseas, etc. Además, el calcio ayuda a la fijación de la vitamina D. Evitar estos alimentos puede provocar, entre otros problemas, debilidad y fatiga.
    Claves para identificarlo
Un adulto puede responder a un sencillo cuestionario para saber si padece este síndrome.
¿Eres un comedor/a selectivo/a?
    1. ¿Tu dieta se compone de diez o menos alimentos?
    2. ¿Tienes alimentos fetiche a los que acudes compulsivamente en momentos de ansiedad?
    3. ¿Limitas tu vida social para no tener que acudir a un restaurante o compartir menú?
    4. ¿Has realizado dietas milagro basadas en un solo alimento?
    5. ¿Padeces otros trastornos de la alimentación?
Si las tres primeras respuestas son afirmativas, es aconsejable acudir a un experto en Nutrición o en Salud Mental.
Si se contesta afirmativamente a las dos últimas, hay que recordar que el riesgo de convertirse en comedor compulsivo aumenta.