Un claro ejemplo de lo que puede ocurrir si trabajas tantísimo es el de un becario londinense, llamado Moritz Erhardt, que falleció después de trabajar durante 72 horas seguidas.
La causa principal de este desgaste mental y físico por tanto trabajo es que los adictos suelen omitir comidas para desempeñar sus tareas. Además lo justifican con que van a ganar más dinero y que, mientras trabajen, no tienen tiempo para gasarlo. Vamos un circulo vicioso que degenera en más y más trabajo.
Así que aunque digan que el trabajo es salud, hagamos las cosas con moderación.
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