sábado, 16 de noviembre de 2013

TANOFOBIA: la aversión al sol

Después de una primavera, llega el verano y como con todo hay que tomar precauciones con el sol que puede resultar dañino tanto si se toma en una medida desajustada como si te expones poco en las horas que sale a relucir.

La tanofobia es el extremo opuesto de la tanorexia. Mientras que la tanorexia de la que ya hemos hablado se relaciona con una obsesión enfermiza por tomar el sol, la tanofobia es el miedo irracional al sol pensando siempre en sus efectos perjudiciales. En ocasiones las personas se vuelven tanofóbicas debido a excesivas recomendaciones sobre la protección solar.

Ambos son trastornos psicológicos relacionados con una percepción distorsionada del propio cuerpo conllevando consecuencias muy negativas para la salud a no ser que se traten a tiempo.

                                                         

La tanofobia perjudica al organismo, porque provoca un déficit de vitamina D que es necesaria para el buen funcionamiento del organismo, ya que participa en la absorción y el mantenimiento del calcio. La luz del sol estimula la transformación de provitamina D a vitamina D en la piel.
La exposición al sol de unos 10 minutos, tres o cuatro días a la semana garantiza unos niveles adecuados de esta vitamina en el organismo. La vitamina D producida en la piel se almacena en el tejido adiposo y el músculo a partir de donde se utiliza.

Otra parte de la vitamina D como tal procede de los alimentos. Son ricos en vitamina D el pescado azul, aceite de hígado de pescado, la margarina, yema de huevo, leche y productos lácteos.

Este déficit de vitamina D se asocia con problemas:
  • Osteopenia (disminución en la densidad mineral ósea)
  • Reblandecimiento y debilitamiento de los huesos
  • Diversos tipos de cáncer, como el de colon, de mama y de próstata. Según diferentes estudios y datos recogidos se apunta que en personas con niveles altos de vitamina D el riesgo de padecer cáncer de colon disminuye en un 40% y que las mujeres diagnosticadas de cáncer de mama con bajos niveles de vitamina D tienen el doble de posibilidades de que la enfermedad se extienda por su cuerpo y un 73% más de probabilidades de morir de cáncer que quienes registran grandes cantidades de esta vitamina en sangre.
Es especialmente importante evitar deficiencia de calcio en los niños y en las personas mayores. Por ello, en los primeros es importante una alimentación equilibrada y exposición frecuente al sol. En las personas mayores es más frecuente la deficiencia de vitamina D que en los adultos jóvenes, y suele ser debido a una alimentación inadecuada, disminución de la absorción intestinal de vitamina D y de la activación renal de la provitamina, junto con una reducida exposición al sol que es muy frecuente.

                                                   

Y ahora, ¿pensáis que sois mas tanofóbicos que tanoréxicos? 

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