Hay personas que devoran libros uno detrás de otro sin hacer descanso de la mente y sin asimilar los conceptos. Pero de esa adicción ya hablamos en su día, hoy nos referimos a la adicción de comer libros, revistas y/o papel literalmente, conocida como bibliofagia.
La bibliofagia es una adicción infrecuente en la que quienes lo sufren comen papel. El papel como todos bien sabemos está compuesto por celulosa, la cual, lo seres humanos somos incapaces digerir expulsándolo tal cual lo ingerimos. Además, seca la lengua y deja un sabor peculiar.
Las consecuencias que esto trae para quienes lo padecen son alteraciones que dañan el tracto digestivo como irritaciones a lo largo del intestino, inflamación en el estómago y diversos problemas por mala absorción. Además, produce irritaciones rectales por la expulsión de sustancias aumentando el riesgo de estreñimiento crónico. También produce gases, dolores gástricos o otro tipo de problemas menores.
Como problema y al mismo tiempo curiosidad sorprendete encontramos que, alguna modelos, tratar de engañar al estómago comiendo tiras de papel. Recurren al papel porque es algo que llena el estómago haciéndoles sentir una sensación de saciedad y además no las engorda. El drama está en que esta conducta pueden tomar ejemplo otras personas que padezcan anorexia imitando estas conductas alimenticias tan dañinas tanto físicas como psicológicamente que pueden padecer estos pacientes.
¿Realmente es necesario llegar hasta esta práctica insalubre para verse una guapa o dar unas medidas totalmente irreales? En mi opinión existen cientos de prácticas saludables para adelgazar. Quienes utilicen o tengan en mente utilizar esta práctica, deberían replanteárselo muy seriamente y hablar con un especialista en nutrición y psicología.
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