jueves, 7 de noviembre de 2013

Fascinación por el fuego

¿Quién no se ha quedado absorto contemplando una vela, o sentado frente al calor de una chimenea observando las llamas? Ciertamente eso no tiene nada de raro. Los problemas comienzan cuando existe la incapacidad de resistirse a provocar incendios.
Esta conducta es denominada piromanía y se trata de un trastorno relativamente poco frecuente que sólo padece el 3% de los que inician un fuego deliberadamente. 
En España se estima que no hay más de 100 personas. 

Y es que los pirómanos o piromaníacos, no pueden controlar los impulsos que sin ningún motivo aparente los llevan a provocar incendios de una manera consciente y repetitiva, por una atracción desmedida hacia el fuego.




¿A QUÉ TIPO DE PERSONAS AFECTA LA PIROMANÍA?

La afición enfermiza suele iniciarse en la adolescencia.
Afecta a personas que sienten una tensión interior que sólo puede ser superada al prender fuego. Con mayor frecuencia en:

  • Varones
  • Personas con problemas psiquícos
  • Personas invadidas por un sentimiento de tristeza, soledad e ira hasta una historia personal de frustaciones y desajustes emocionales
  • Personas con un cociente intelectual bajo, una personalidad aislada y poco sociable
Es un trastorno que puede tardar años en manifestarse y se va reforzando desde temprana edad.

¿QUÉ SE SIENTE Y CÓMO SE
ACTÚA DESPUÉS DEL ACTO?

Esta práctica supone un alivio a la tensión interna y a la vez un orgullo por su obra. 

En ocasiones se vanaglorian de sus acciones
y no se alejan del lugar del incendio para
contemplar la escena.
En algunos casos llegan
a autoincrimanarse como modo de que los demás sepan quién fue el responsable. 


PERJUICIOS EN LA SOCIEDAD

  • Incendios: de bosques, edificios, lugares abandonados, vehículos
  • Daño a los vegetales, animales y personas que el pirómano puede acabar matando
  • El pirómano se daña a sí mismo, acaba en la cárcel por el hecho ilícito cometido   






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