A todos nos gusta viajar, conocer nuevos horizontes, ampliar nuestra cultura y disfrutar de la relajación que nos pueden ofrecer ciertos paraísos turísticos que alberga nuestro planeta. A lo largo de este blog os hemos enseñado nuevas adicciones, quizá muchas de ellas desconocidas, hoy os mostraré otra, la adicción a viajar.
La adicción a viajar puede ser un deseo absoluto de aventura e independencia, por interés insaciable de conocer más y nuevos lugar o por exceso dinero. Como toda adicción, termina por ser negativa para quien la padece, aunque parezca mentira.
¿Cómo saber si eres adicto a viajar?
¿Pasar demasiado tiempo en casa te hace sentir casi prisionero? ¿Gastas hasta lo que no tienes en reservar vuelos y hoteles? Entonces quizá te encuentres ante esta adicción, pero aquí te ofrecemos alguna señal más para que te des cuenta y puedas desenmascarar esta adicción:-¿Tu lista de destinos para viajar tiene más de cuatro páginas?
- ¿Nada más llegar de un viaje estás planeando el siguiente?
-¿Planeas un viaje y al día siguiente ya tienes todo reservado?
-Si no puedes viajar... ¿piensas cada día en el próximo destino? ¿O fantaseas con que te encuentras allí?
-¿Te pasas el día contando países y continentes?
-¿A pesar de no tener compañía vas solo a tus viajes?
-¿Te pone inquieto estás más de una semana en el mismo lugar?
-¿Eres capaz de trabajar mil horas extra con tal de financiar tu viaje?
-¿Alguna vez te han recomendado que busques ayuda?
Si varias de esas preguntas son positivas, deberías consultar un especialista, sobretodo si tu economía está en juego. Hay quien ha llegado a la banca rota de esta forma, vender su casa para irse de viaje... O incluso acabar con serios problemas de salud tras realizar demasiadas horas extra con tal de tener el tiempo y el dinero para sus vacaciones.
Viajar es bueno, saludable y culturizante, pero todo tiene su punto, todo deja de ser bueno si se abusa, incluso los viajes.
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