Aquí os presente otro espeluznante caso de adicción. Una chica de 23 años que desde hace 5 años es adicta a beber esmalte para uñas. Beber alrededor de medio litro por semana. Afirma que le gusta el escozor que le provoca en el estómago y la garganta.
Su hermana pequeña y su madre intentan hacer entrar en razón con ella pero no le hace caso. La protagonista de la adicción afirma que no tiene ninguna intención de dejarlo, a pesar de que tuvo un embarazo que no llego a su fin por culpa de su trastorno obsesivo con los esmaltes.
Os dejo el vídeo que resume la situación de esta chica para ver su situación y sobretodo, su forma de pensar acerca de su problema, que para ella no lo es tanto.
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