De las hojas de la planta cannabis sativa (originaria del Himalaya) se obtiene la marihuana, mientras que el hachís se obtiene de la resina separada de esta misma planta.
Aunque la principal substancia psicoactiva del cannabis es el Δ9-tetrahidrocannabinol (THC), la planta contiene en total cerca de 60 cannabinoides, siendo el THC el que se encuentra en mayor concentración, entre un 0,5 y un 5% en la marihuana, pudiendo llegar a un 15% en el hachís.
El papel liado con hachís, marihuana, los dos juntos o bien mezclados con tabaco, es una droga que produce dependencia física, psíquica y además alto grado de tolerancia.
Cuanto más se fuma menos efecto inmediato produce, lo que le hace enormemente alarmante en cuanto a que es siempre la puerta de entrada a otras drogas más “duras” y todavía mucho más peligrosas.
¿POR QUÉ FUMAS PORROS?
Según los propios fumadores, un 49% dicen que fuman por la desinhibición y aumento de la comunicación entre el grupo de usuarios, con facilidad para la risa y el habla, aunque sea de cosas banales e intrascendentes.
Un 35% busca la relajación y la despreocupación, así como la alteración de la sensopercepción y del control tiempo.
¿QUÉ CONSECUENCIAS TE PRODUCEN?
Como efectos negativos y de riesgo, relatado por un 30% de los fumadores son el desvanecimiento o cuadro de caída de la tensión, problemas respiratorios y complicaciones psicológicas como paranoia, ansiedad, depresión, problemas de memoria y retentiva.
Un 60% reconoce que puede causar dependencia y tolerancia, es decir, necesidad de ir aumentando las dosis para sentir lo mismo que en los primeros consumos; así como la aparición de un síndrome de abstinencia psíquico: pensar en fumar, deseo y ansia por consumir, inquietud y nerviosismo si no se tienen porros, relacionar la diversión con fumar, importancia mayor que otras actividades lúdicas o recreativas.
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