sábado, 9 de noviembre de 2013

Morfina: cuando el dolor abre paso a la adicción

La morfina es obtenida de las semillas de la adormidera o la planta del opio. Es un medicamento controlado y casi siempre de uso hospitalario, pero también se usa en la elaboración de drogas sintéticas.                        
La droga se emplea legalmente como 
analgésico para calmar dolores post
quirúrgicos, malestares óseos y hasta 
dolencias provocadas por el cáncer. 

¿Por qué en algunas personas genera dependencia?
La administración repetida de morfina puede provocar adicción y tolerancia que se caracteriza por la necesidad de aumentar progresivamente la dosis para obtener los efectos deseados, con dependencia psíquica y física y, si se retira bruscamente, se genera una serie de reacciones adversas que se conocen como síndrome de abstinencia.

Consultado por Infobae sobre cómo puede una persona puede volverse adicta a la morfina, el doctor Eduardo Kalina, especialista en Psiquiatría y máster en adicciones explicó que "la mayoría de las personas desarrollan una adicción después de algún episodio en el que debieron recibir la droga por dolores que tenían", pero aclaró que en los casos en los que la dependencia "prende" es porque "tenían alguna problemática previa y la droga encuentra un terreno fértil".

Para el especialista, en muchos casos se trata de pacientes depresivos, que con la morfina no sólo se les va el dolor sino que empiezan a sentirse placenteros "y en la medida que se sigue usando se genera una adaptación en el cerebro que depende de la personalidad y llega a aplicarse varias dosis por día".
Se conocieron casos de adicción a esta drogael empresario Ricardo Fort se había reconocido adicto luego de varias cirugías de columna a las que debió ser sometido y Carlitos Nair Menem se encuentra en rehabilitación por la
misma dependencia tras haber sido operado de una rodilla en la que recibió un disparo de bala.



Fórmula molecular

EFECTOS SECUNDARIOS 

•El efecto adverso más serio es la depresión respiratoria. 

•Los más frecuentes son sedación, náuseas y vómitos, estreñimiento y sudoración. 

•También se pueden presentar palpitaciones, taquicardia,bradicardia,hipotensión ortostática,enrojecimiento facial, mareos, vértigo,confusión, euforia, alucinaciones,
dolor de cabeza, cambios del humor,ansiedad,boca seca,disfagia,visión borrosa,entre otros.





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